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Cualquier tema entra mejor con comida y eso hacemos en Casa Cavestany, comer, de vez en cuando hablar y cuando tenemos la boca llena lo suplimos con esos hits atemporales que tenias enterrados bajo siete candados en lo más profundo de tu estómago.
En cada programa nos vistan amigos, invitados especiales y amigos que a su vez son invitados especiales atraídos por los cantos de sirena que producen los torreznos y el licor de café. “Un podcast que ni canta, ni baila, pero no se lo pierdan”.
Comenzamos la tercera temporada de Casa Cavestany y no podíamos sentar mejores invitados a nuestra mesa, Emilio y Javier (en ese orden que son gemelos), los hermanos Alcázar o, para ser más claros, los Heavys de la Gran Vía de Madrid.
Ambos de Madrid (1967), desde hace más de 20 años son parte necesaria del paisaje en el tramo que une la Plaza del Callao con la Red de San Luis, enfrente de la Telefónica y asumen la responsabilidad de mantener en pie un resquicio de ese Madrid casi extinto.
Tan icónicos como Chicote o el anuncio de Schweppes, nos hablan de su infancia, de los estudios y gamberradas juveniles, de tocar fondo y salir a flote, de su día a dia, además de la satisfacción que les produce sentirse reconocidos y queridos por casi todo aquel que pasa a su lado. Y todo ello, en torno a una carrillera de vaca al moscatel, con puré de patatas y champiñones. De postre, tarta de manzana. Seguro que tú también tienes un recuerdo de ellos. ¿A que sí?
P.D. Sí, también hablamos de Madrid Rock, claro.